viernes, 19 de diciembre de 2008

MUJER DURMIENTE



Te anhelo y te recuerdo.
Te construyo en cada migaja de tierra a donde voy,
mujer durmiente, tranquila y cansada a veces.
Pienso en ti aun cuando no pienso,
Están en mí aun cuando no me palpo.
Me siento helado e inerte si no me permites que te hable
o te estremezca en las olas azules de mis arrebatadores mares.
Eres lenta de pasos, lenta de dulces semáforos
Y de cantos de aves suspirada, caricias de manos de marsupial.
De hálitos cercanos más me acerco,
me acerco a tus resplandecientes ojos
y eres consumida, calcinada por mis besos.
Te imagino en mis ilusiones, en mis deseos.
Te quiero en mis fantasías.
Te llevo en cada segundo de mis respiros.
Me gustaría bañarme en los dedos cabizbajos del pacífico
y con la inspirada luna, desnudo los tres juntos para tenerte,
estrecharte, y con las demás almas de la naturaleza, sólo amarte.
Acariciarte cada célula, queriéndote como hoy te quiero,
buscándote cuando aún no te encuentro,
llamándote aún estando mudo
y mirándote fatigadamente aún estando ciego.


(BENJAMÍN LORCA)