sábado, 29 de noviembre de 2008

A UNA CONSTELACIÓN



¿Qué fue lo que dijo el cielo
cuando tus hombros dormían?
¿Qué ciruelo fue digno de tu sangre
mientras la primavera, ingenua, se iba?
Puede ser que seas
lo que el nubarrón anticipa,
pero el secreto de la noche
lo acaban las Marías.
No hay más esperanza
que lo que la cigarra diga,
en cuanto el niño venga
con sus sueño de ternura,
caerá la dicha a tu alma
y tu pena se irá,
atado a una lira.


(BENJAMÍN LORCA)

sábado, 15 de noviembre de 2008

CANTO DEL AUSENTE



Pequeña,
laguna transparente
de gaviota acunando
el cielo misterioso.
Qué coro de estrellas
tan largo me ve llorar,
qué túnel oscuro
tan profundo no puedo cruzar.
¡Cuándo tú no estás!
Entre las difíciles sombras,
ciega neblina y los auxilios
de cárcel, te pretendo hallar.
Entre agujeros infinitos
por donde caen sueños
de seres errantes.
Soledades inmensas
como estas hojas de junio
amor, cuando tú no estás.
Con alas de ángel
huye el estío triste,
el aura amarga
ni con sangre incesante,
rosa de muerte,
emergiendo de tu boca.
Tu cintura de abeja
que enrolla la geografía de Limarí.
tus manos desnudas que pueblan
el agua del río Combarbalá
¿Ahora dónde están?
Cuando de mi piel sin abrazos
corre un rumor de polvo y cal
cuando de mi yerba negra,
sin caballos,
vuela el viento en adioses
de velas sin mar.
Amor, ¿En dónde estás?
(BENJAMÍN LORCA)

sábado, 1 de noviembre de 2008

HOMBRE DE MI TIERRA



Por mi sangre corre un emblema
que llega a desembocar en mi voz sin sombra.
Se dobla a veces como un árbol de invierno
Y lucha, cae y cae.
Pero de su pecho le sobresalen dos alas firmes
que representan perseverancia de su alma
Y voltea derecho, humilde como la paloma.
Bandera flameante que se oblonga como un pétalo
de boca risueña, de entrega de tierra, hombre de pan o vino.
Hombre que se cansa,
que derrota las construcciones del agua roja.
Hombre que de sencillo se dobla
para convivir hasta en mis órganos.
Hombre que has venido hasta mí,
hombre que navegas, que trabajas.
Oh entusiasta, hombre de mi tierra,
de voz clara, de espalda deshecha.
¡ Hombre de mi tierra te llevo en la sangre!
(BENJAMÍN LORCA)