
Será esencia, semilla de cándido albor
lo que de tu alma brotará en la congoja,
cuando al temor de exhausto aliento
sale de tu cristal agreste como una gota.
Pequeña, lo bella que eres, sólo, sólo tú
y en ese beso prisionero, el que al caer
hace abrir surcos de jaras, blanquitas amapolas
y dulzones alhelíes pujantes.
¡ En ti el soñar
que en febril tiempo esperas !
Hacia tu hondo pecho, Diana de puñales
y tus estrellas quemadas que la niebla cubre.
Id, llorad, llorad, lira de los ruiseñores de la tarde.
¡ Para que en ocasos de mieles a Cristo llegue
el rocío puro de tu corola !
( Benjamín Lorca )
4 comentarios:
Sera.??!!
Bello es pasar por aqui y bañarme con tus letras.
cariños.
Me ha conmovido tu comentario.
Permíteme un abrazo emocionado.
El poema es muy bueno.
Saludos.
Muy bonito poema.
ha sido maraviloso llegar aquí.
Un beso.
Las mujeres tejemos la red que sostiene el mundo…
Feliz día!!
Besote,
María
http://www.recuerdodevenus.blogspot.com/
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